lunes, 6 de diciembre de 2010

Biografia Hernando de Soto

Hernando de Soto (Jerez de los Caballeros,[1] Extremadura, 1500río Misisipi, 21 de mayo de 1542) fue un conquistador y explorador español. Viajó a América y participó en la expedición de Gaspar de Espinosa que descubrió la costa de Nicaragua, y luego en la conquista de este territorio, a las órdenes de Hernández de Córdoba, en 1523. Fue Gobernador de la Isla de Cuba entre 1538 y 1539, año en que parte a la conquista de la Florida.

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[editar] Inicios en la exploración

Los padres de Hernando de Soto eran hidalgos de la región de Extremadura, una región donde abundaba la pobreza y por lo cual mucha gente joven buscó maneras de hacer fortuna en otros lugares. Existen dos posibles ciudades en las pudo haber nacido: Barcarrota o Jerez de los Caballeros. Aunque lo que sí se conoce con certeza es que en su niñez vivió en ambas ciudades y que estipuló que su cuerpo fuera sepultado en Jerez de los Caballeros porque era allí donde se encontraban enterrados ya otros miembros de su familia.[2]
En 1514, de Soto acompañó a Pedro Arias Dávila a las colonias españolas, desembarcando en Panamá. Sus posesiones en aquel tiempo eran solamente un escudo y su espada. En 1516, se hizo líder de una unidad de la caballería y fue con Francisco Hernández de Córdoba en su viaje de descubrimiento y colonización a través de Nicaragua y de Honduras.
Soto ganó fama como jinete, y como combatiente de tácticas excelentes. En un conflicto por la supremacía de Nicaragua, Soto luchó para Pedro Arias Dávila "Pedrarias" contra Gil González Dávila; González, oficial de "Pedrarias", había intentado separarse del grupo para explorar y conquistar por su cuenta. Hernando de Soto denunció la traición y derrotó al ejército de González.

[editar] Primera expedición — Sudamérica

En 1528 de Soto condujo su propia expedición a lo largo de la costa de Yucatán, esperando encontrar la conexión por el mar directa, entre el Océano Atlántico y el Pacífico. A tal efecto, acompañó a Francisco Pizarro como representante directo de él, en su empresa en Perú y exploró el país. De Soto descubrió la ciudad de Cajas. Con un grupo de cincuenta hombres, también encontró un camino hacia Cuzco, la capital del Imperio inca, y fue el primer europeo en hablar con el Emperador Inca, Atahualpa cuando precedió a Pizarro en la invasión de Cajamarca.
Después de que Atahualpa hubiera sido arrestado durante la Batalla de Cajamarca en 1532, de Soto lo visitó a menudo durante el confinamiento, y allí emergió una amistad entre los dos hombres. Él se separó de Pizarro cuando los Andes debían ser redistribuidos entre los conquistadores, y cuando Atahualpa fue ejecutado a pesar de cumplir su promesa de llenar el Cuarto del Rescate, una vez de oro y dos de plata.

[editar] Regreso a España

Volvió a España en 1536, llevando con él aproximadamente 100.000 pesos de oro — su parte de la conquista del Imperio Inca. En este tiempo, De Soto era famoso por ser el héroe de la Batalla de Cuzco. Fue a Sevilla, donde se casó, en 1537, con Inés de Bobadilla, la hija de Dávila, que pertenecía a una de las familias más respetables de Castilla, con influencia en la corte española, bajo Carlos I. Este período era el ápice de la reputación y de la abundancia de Soto.
De Soto, viendo los legendarios recursos en Perú y leído un informe escrito por Álvar Núñez Cabeza de Vaca, sospechó de una riqueza similar en Florida. Cabeza de Vaca era uno de cuatro sobrevivientes de la desastrosa tentativa de Pánfilo de Narváez para conquistar Florida. De Soto vio su ocasión para realizar una conquista famosa como las de Pizarro y las de Cortés. Fue nombrado gobernador de Cuba por Carlos I. De Soto vendió gran parte de sus bienes y se equipó para la expedición en aquellas tierras inexploradas. Su misión era conquistar, situarse, y «pacificar» los territorios desconocidos.

[editar] Segunda exploración — Florida

Un mapa propuesto de la expedición de Soto, basado en el mapa de 1997 de Charles M. Hudson.[3]
Hernando de Soto
En mayo de 1539, con entre 600 y 700 hombres, veinticuatro sacerdotes, nueve naves, y 220 caballos, llegó a la costa occidental de la Florida, qué se convertiría en Bradenton, y sur de Tampa, Florida. Nombró al lugar Espíritu Santo. El objetivo de Hernando de Soto era colonizar el área, preferiblemente buscando una ciudad como Cuzco o Ciudad de México. Por lo tanto, trajo varias toneladas de equipo distribuidos en herramientas, armas, cañones, perros, y cerdos. Además de los marineros, las naves trajeron a sacerdotes, herreros, artesanos, ingenieros, granjeros y comerciantes. Pocas de ellos habían viajado antes fuera de España, o peor aún, fuera de sus aldeas.
Comenzando en el Espíritu Santo, de Soto exploró Florida y gran parte de los Estados Unidos meridionales. Ya en Florida, comenzó su desgracia . En vez de estar lleno de oro, el país estaba circundado de pantanos y de mosquitos, y era extremadamente cálido y húmedo. También los indios hicieron su labor complicada.
Los nativos habían tenido malas experiencias con la expedición anterior de Pánfilo de Narváez. Las tropas de De Soto fueron mucho menos brutales. No capturaron a indios para utilizarlos como trabajadores y guías, no violaron mujeres y no saquearon aldeas en búsqueda de alimento para sus hombres y caballos como lo hizo Narváez. Instaló cruces cristianas en los lugares sagrados de los indios. Para asegurar el desarrollo de la expedición, los españoles capturaron, a menudo, a caciques de las tribus lugareñas.
El ayudante más importante de las tropas fue Juan Ortiz, que vino a Florida en busca de la expedición de Narváez y fue capturado por los Uzica, una tribu de Calusa. La hija del jefe Hirrihigua sirvió como precursora de Pocahontas pidiendo por la vida de Ortiz, ya que su padre había ordenado que Ortiz fuese quemado vivo. Ortiz sobrevivió al cautiverio y a la tortura, y se unió en la primera oportunidad, a la nueva expedición de Hernando de Soto.
Ortiz conocía el terreno y también ayudó como intérprete. Como guía para la expedición de de Soto, Ortiz estableció un método único para dirigir la expedición y para comunicarse en los diferentes dialectos tribales. Las guías de Paracoxi fueron reclutadas de cada tribu a lo largo de la ruta.
El primer campamento de invierno de la expedición se asentó en Anhaica, cerca del Lago Tallahas. El sitio está también cerca de «Bahía de Caballos», donde los miembros de la tropa de Narváez se vieron forzados a comer caballos para sobrevivir. Éste es el único lugar toda de la ruta en el cual los arqueólogos han podido establecer con exactitud que estuvo la expedición de Hernando de Soto.

[editar] En el norte — La batalla de Mauvila. 1540

Puente Hernando de Soto, en Memphis, Tennesse
La expedición se aventuró a lo largo de las montañas apalaches del este y estuvieron a un paso de la aniquilación. Los miembros de la avanzada conquistadora tuvieron que negociar, a veces, los cerdos que traían para obtener alimentos y en otras ocasiones debieron conseguir, por la fuerza, lo que necesitaban. Cruzaron Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Tennessee.
Oyendo hablar del famoso tesoro del oro del Cofitachequi, y acompañado por sus amigos, los Ocute, la expedición continuó por las Carolinas. Durante semanas de marcha, con hambre y sed, con porteadores que no sabían la manera de atravesar los territorios de Cofitachequi. No obstante, a mitad de mayo, la expedición descubrió el capital de la tribu, situada en el sitio que hoy se conoce como Columbia, en Carolina del Sur.
Recibieron a los españoles con una bienvenida relativamente amistosa. Los peninsulares exigieron ver el oro de la ciudad inmediatamente. Tras un examen más detenido el «oro» resultó ser simple cobre. Encontraron algunas perlas y armas en la ciudad y continuaron después tras su búsqueda de riqueza a través de las Carolinas, Georgia, y Alabama.
Posteriormente siguieron con la idea de conseguir más metal precioso, lo que los condujo a las supuestas reservas gigantes de oro en el este. En el norte de Alabama, encontraron la ciudad de Mauvila (o de Mabila). La tribu de Choctaw, bajo el liderazgo del cacique Tascalusa, defendió la ciudad fuertemente fortificada. Los españoles aguantaron un tiempo, pero luego la ciudad fue atacada repetidamente, una y otra vez. En una batalla de nueve horas, murieron veinte españoles, el resto resultó casi todo herido, y veinte más murieron en los días posteriores. Todos los guerreros de Choctaw, de esa área —entre 2.000 y 6.000— murieron peleando o fueron ejectuados o se suicidaron. Mauvila fue incendiada.
Aunque los españoles ganaron la batalla, perdieron la mayor parte de sus posesiones y cuarenta caballos. Fueron heridos, enfermaron, y se encontraron sin equipo apropiado en un territorio desconocido, rodeados de enemigos. Con la batalla de Mauvila, la cantidad de nativos también disminuyó en la tropa en marcha. Durante la travesía los españoles fueron atacados, cada vez más, por un sistema intermitente de guerrillas.
Mientras que los hombres de la tropa de de Soto perdieron las esperanzas y de allí en adelante sólo deseaban volver a la costa, abordar sus naves y regresar a Cuba, de Soto soñaba todavía, ilusoriamente, con hacer nuevos descubrimientos.

[editar] En el oeste — Desmoralizado. 1541

Descubrimiento de Misisipi, por William H. Power, 1847. Hernando de Soto viendo por primera vez el río Misisipi
La expedición volvió al norte, donde encontraron la tribu Chickasawen donde de Soto le exigió a la comunidad indígena que le entregara 200 hombres para servir de porteadores. Ellos se negaron a aceptar esta demanda y, en cambio, atacaron el asentamiento español durante la noche. Los españoles perdieron cerca de cuarenta hombres y el resto de su equipo. Según cronistas que participaban, la expedición estuvo a punto de ser destruida completamente. Afortunadamente para la avanzada, los Chickasaw les permitieron irse, tal vez, intimidados por el éxito alcanzado.
El 8 de mayo, tropas de Hernando de Soto alcanzaron el río Misisipi. Por ello, el conquistador se adjudica el título de ser el primer europeo en avistar este río.
De Soto se mostró muy poco interesado en este descubrimiento porque representaba, para él, un obstáculo a su misión. Él y 400 hombres tuvieron que cruzar un amplio y caudaloso río, que era patrullado constantemente por nativos hostiles. Después de casi un mes, y luego de la construcción de varias balsas, finalmente cruzó con su gente el Misisipi y continuó su recorrido hacia el oeste por la actual Arkansas, Oklahoma, y Texas. En invierno se estableció en Autiamique, en el Río Arkansas.
Estatua de Hernando de Soto en Barcarrota, Badajoz, España.
Después de un duro invierno, la expedición española se diluyó y siguió adelante de manera cada vez más irregular. Su fiel intérprete, Juan Ortiz, había muerto, haciendo más difícil la tarea de encontrar rutas, fuentes de alimento, y en general, entablar comunicación con los nativos. La expedición se dirigió hacia el interior del territorio conocido como el Río Caddo, donde tomaron contacto con una tribu nativa a la que llamaron Tula, y a la que los españoles consideraron como la que disponía de los guerreros más expertos y peligrosos que jamás hubiesen hallado. El encuentro, entre europeos y nativos, posiblemente ocurrió en Caddo Gap (un monumento está en pie en aquella comunidad). Tomando como base los documentos del legado de de Soto y a lo que indica Garcilaso, los españoles volvieron posteriormente al río Misisipi.

[editar] Muerte de Hernando de Soto

En la orilla occidental del Mississippi, en el pueblo indígena de Guachoya[4] muere Hernando de Soto el 21 de mayo de 1542 a causa de fiebre. Puesto que de Soto era considerado inmortal entre los nativos su cuerpo fue ocultado, en mantas lastradas con arena, por sus hombres, quienes después lo hundieron en medio del río Misisipi durante la noche.[4] [5]

[editar] Referencias y notas

  1. a b Hay una discusión sobre si este descubridor español nació en Jerez de los Caballeros o en (Villanueva de) Barcarrota, ambas poblaciones de la provincia de Badajoz, Extremadura. En su testamento expresó su deseo de ser enterrado al morir, junto a los restos de su madre, en la capilla de la Concepción de la parroquia de San Miguel en Jerez de los Caballeros, España.
  2. Charles Hudson (1997). Page 39.
  3. Hudson, Charles M. (1997). Knights of Spain, Warriors of the Sun. University of Georgia Press. 
  4. a b Charles Hudson (1997). Page 349–352, «Death of de Soto».
  5. Las localidades de Lake Providence, Louisiana y Lake Village, Arkansas, afirman que De Soto está enterrado en su respectivo lago.

[editar] Bibliografía

  • Inca Garcilaso de la Vega, Historia del adelantado Hernando de Soto, Madrid 1723.
  • Clayton, Lawrence A. Clayton, Vernon J. Knight and Edward C. Moore (Editor): The de Soto Chronicles: The Expedition of Hernando de Soto to North America in 1539–1543; University of Alabama Press 1996. ISBN 0-8173-0824-5
  • Duncan, David Ewing: Hernando de Soto: A Savage Quest in the Americas; University of Oklahoma Press 1997. ISBN 0-8061-2977-8
  • Hudson, Charles M., Knights of Spain, Warriors of the Sun: Hernando De Soto and the South's Ancient Chiefdoms, University of Georgia Press, 1997. ISBN 0-8203-1888-4
  • Milanich, Jeralt T., Charles R. Ewen and John H. Hann: Hernando de Soto Among the Apalachee: The Archaeology of the First Winter Encampment; University Press of Florida, 1998. ISBN 0-8130-1557-X
  • Young, Gloria A. and Michael Hoffmann: The Expedition of Hernando de Soto West of the Mississippi, 1541–1543: Proceedings of the de Soto Symposia, 1988 and 1990 University of Arkansas Press 1999 ISBN 1-55728-580-2

[editar] Enlaces externos




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